EE. UU. busca impedir que empresas chinas certifiquen equipos inalámbricos
La FCC propone nuevos controles para proteger el proceso de certificación de equipos inalámbricos frente a amenazas de seguridad nacional.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos está endureciendo sus políticas para salvaguardar su programa de autorización de equipos de telecomunicaciones.
En una movida reciente, la agencia anunció su intención de impedir que empresas extranjeras consideradas amenazas para la seguridad nacional, como Huawei y ZTE, participen en cualquier aspecto del proceso de certificación de equipos inalámbricos.
Seguridad nacional en la mira
Este mes, la FCC planea votar sobre una propuesta bipartidista que busca que los organismos de certificación y laboratorios de prueba encargados de certificar dispositivos para el mercado estadounidense no estén influenciados por compañías que representan preocupaciones de seguridad.
La medida se intensifica después de que, la semana pasada, se denegara al laboratorio de pruebas de Huawei la posibilidad de participar en el programa de autorización de equipos, con la FCC argumentando la necesidad de proteger el proceso contra «amenazas de seguridad persistentes y cambiantes».
Además, la agencia señaló que esta prohibición sería permanente para Huawei y otras entidades listadas como riesgos de seguridad nacional.
La Presidenta de la FCC, Jessica Rosenworcel, afirmó que es esencial garantizar que el programa de autorización de equipos y quienes están encargados de administrarlo puedan enfrentar el desafío que representan las amenazas de seguridad y las amenazas a la cadena de suministro.
Antecedentes de restricciones y prohibiciones
En noviembre de 2022, la FCC ya había prohibido la aprobación de nuevos equipos de telecomunicaciones de Huawei y ZTE, así como de equipos de telecomunicaciones y de videovigilancia de otras empresas chinas como Hytera Communications, Hangzhou Hikvision y Zhejiang Dahua Technology.
A lo largo de los años, la agencia ha ampliado su lista de empresas que considera amenazas bajo una ley de 2019 destinada a proteger las redes de comunicaciones de los EE. UU.
Esta serie de decisiones y medidas reflejan un esfuerzo continuado por parte de las autoridades estadounidenses para mitigar riesgos y asegurar que la infraestructura de telecomunicaciones del país esté libre de influencias externas que podrían comprometer la seguridad nacional.
